azulesmicolor

sábado, 6 de noviembre de 2010

Mantengan una luz encendida que siempre voy a volver...


La obra plástica de Oswaldo Guayasamin es una búsqueda permanente de quienes muchas veces no han tenido voz propia para expresar la trizteza y la nostalgia de una América milenaria. La ternura, el dolor y la esperanza convertida a veces en grito, constituyen fuentes de inagotable creación para el artista ecuatoriano.

O. Guayasamin y C. Vallejo

Cesar Vallejo (1892-1938) poeta peruano, de expresión tan propia como original, adoptando resueltamente todas las conquistas literarias de su tiempo, como el monólogo interior y la revolución de la sintaxis, para hablar de su infancia o de su hogar. De "Trilce" pasa a una poesía más honda y desnuda, que insiste en el dolor humano, que conoció de niño y vivió de cerca. Se suman en "Poemas Humanos" una visión universal del dolor de los hombres y sus controversias espirituales y políticas. Esa profundidad hace de Vallejo un poeta que escribe para muchos entre los hombres, de cara a la tragedia histórica que le tocó vivir y de alguna manera emblematizar en su poesía.



QUISIERA HOY SER FELIZ DE BUENA GANA...

Quisiera hoy ser feliz de buena gana,
ser feliz y portarme frondoso de preguntas,
abrir por temperamento de par en par mi cuarto, como loco,
y reclamar, en fin,
en mi confianza física acostado,
sólo por ver si quieren,
sólo por ver si quieren probar de mi espontánea posición,
reclamar, voy diciendo,
por qué me dan así tanto en el alma.

Pues quisiera en sustancia ser dichoso,
obrar sin bastón, laica humildad, ni burro negro.
Así las sensaciones de este mundo,
los cantos subjuntivos,
el lápiz que perdí en mi cavidad
y mis amados órganos de llanto.

Hermano persuasible, camarada,
padre de la grandeza, hijo mortal,
amigo y contenedor, inmenso documento de Darwin:
¿a qué hora, pues, vendrán con mi retrato?
¿A los goces? ¿Acaso sobre goce amortajado?
¿Más temprano? ¿Quién sabe, a las porfías?

A las misericordias, camarada,
hombre mío en rechazo y observación, vecino
en cuyo cuello enorme sube y baja,
al natural, sin hilo, mi esperanza...